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Hace dos años el gobierno socialista trasladó, para aplausos de unos y abucheos de otros, la sede central de la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones (CMT) a Barcelona a golpe de Real-Decreto. A esto se interpuso un recurso por parte de los trabajadores de la entidad reguladora y otro de la Comunidad de Madrid (que consideró que la decisión estaba "politizada").

El Tribunal Supremo ha estimado ahora ambos recursos en una sentencia que se dio a conocer ayer. Gran parte de los movimientos regulatorios que hace la CMT se deben a la insistencia de los directores de "las telecos" en los despachos de la CMT. Así que es posible que ese traslado tuviese que ver con algun movimiento oculto de pérdida o ganancia de poder." A falta de conocerse la sentencia, se sabe que el Supremo ha anulado el traslado. En realidad, según la información, el 90% de las telecos están ubicadas en Madrid, por lo que el traslado a Barcelona no pudo deberse a presiones de las telecos, sino más probablemente a los compromisos del gobierno con sus socios nacionalistas.