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Las sales que descongelan las carreteras, los estacionamientos y las aceras mantienen a las personas seguras en invierno. Pero una nueva investigación muestra que están contribuyendo a un problema agudo y en aumento en todo Estados Unidos. Según un informe: al menos un tercio de los ríos y arroyos en el país se han vuelto más salados en los últimos 25 años. Y para el 2100, más de la mitad de ellos puede contener al menos un 50 por ciento más de sal de lo que solían. El aumento de la salinidad no solo afectará a las plantas y animales de agua dulce, sino también a las vidas humanas, especialmente al afectar el agua potable. Sujay Kaushal, un biogeoquímico de la Universidad de Maryland, College Park, relata una experiencia que tuvo cuando visitó a familiares en Nueva Jersey. Al obtener una bebida del grifo, "vi una película blanca en el cristal". Después de tratar de limpiarlo, descubrió que "resultó ser una capa delgada de sal que cubre el vaso".

Cuando Kaushal, quien estudia cómo la sal invade las fuentes de agua dulce, tomó muestras del suministro de agua local y encontró no solo un nivel elevado de cloruro de sodio, ampliamente utilizado en invierno para descongelar las superficies al aire libre, sino muchas otras sales como el bicarbonato de sodio y el magnesio. cloruro. También encontró concentraciones similares de estos químicos en la mayoría de los ríos a lo largo de la costa este, incluido el Potomac, que proporciona agua potable para Washington, DC ¿De dónde proviene todo esto? Las sales de deshielo, determinó Kaushal, son parte del problema y corroen lentamente nuestra infraestructura.