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Los científicos han dado a conocer un amplio retrato del genoma de la primera línea de células inmortales del mundo, conocidas como células HeLa, extraidas en 1951 de un cáncer cervical agresivo que mató a Henrietta Lacks, una mujer afroamericana de 31 años de edad. Las células, tomadas sin su conocimiento ni el de su familia, fueron fundamentales para el desarrollo de la vacuna contra la polio, la fertilización in vitro y la clonación, y fueron objeto de un best-seller en 2010 publicado en el New York Times "La vida inmortal de Henrietta Lacks". La familia de Lacks nunca ha sido compensada y, hasta este nuevo estudio de la Universidad de Washington, nunca han tenido algo que decir sobre cómo se utiliza la información. El estudio, publicado el 8 de agosto en Nature, sobre la complicada inserción del genoma del virus del papiloma humano, que contiene su propio conjunto de genes del cáncer, introducidos en Lacks genomas próximos a un' oncogén, 'gen de origen natural que puede causar cáncer cuando se altera'. Los científicos nunca habían tenido éxito en la reproducción de las células en un cultivo hasta que llegaron las células de HeLa, que se reproducen toda una generación completa cada 24 horas y nunca se han detenido. Las células permitieron a los científicos realizar experimentos sin necesidad de utilizar un ser humano vivo. Los investigadores descubrieron que el genoma de la línea celular de HeLa, que ha sido replicado millones, si no miles de millones de veces, se ha mantenido relativamente estable