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Los investigadores de la Universidad de California, Berkeley, han trabajado con éxito en una prueba de un autobuses de 60 pies que controlaban sus propios Sensores en el autobús, éstos detectaban los imanes que se habían incrustado en una carretera de San Leandro, y era capaz de realizar las paradas con un centímetro de exactitud de su posición deseada. La aceleración y el frenado durante el ensayo fueron controladas por un operador humano, pero el sistema es capaz de manejarlos también, y ha superado todas las pruebas que las habían puesto.
Los sensores montados en el marco del autobús mide los campos magnéticos creados a partir de los imanes de la carretera, que se colocaron por debajo de la superficie del pavimento, con 1 metro de separación a lo largo del centro del carril. La información se tradujo en el lateral del autobús y posición longitudinal por un ordenador de a bordo, que luego dirigió el vehículo para moverse en consecuencia. Para un vehículo que viaja 60 millas por hora, que mide 27 metros (88 pies) sobre la carretera, puede leer y procesar en 1 segundo. Zhang añadió que el sistema es lo bastante robusto como para soportar una amplia gama de condiciones de funcionamiento, incluida la de lluvia o nieve, una mejora significativa para otros vehículos con sistemas de orientación basadas en la óptica.

La realización de las pruebas.