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No todo son buenos deseos, ni rosas ni libros ni lecturas del Quijote en el Día Internacional del Libro: coincidiendo con la gran fiesta catalana de Sant Jordi, la Asociación Colegial de Escritores de Cataluña y la de Escritores en Lengua Catalana difundieron (sigue...)

ayer un comunicado conjunto en el que reclaman "el reconocimiento de los derechos de autor en los préstamos bibliotecarios". es decir, el cobro por cada vez que se presta un libro. Desde una "sensibilidad cultural progresista" (sic), pero sobre todo torticera, niegan que el cobro de los derechos de autor en los préstamos bibliotecarios sea contrario a la difusión de la lectura, aseguran estar reivindicando "derechos reconocidos en los países más respetados por los agentes culturales" (sic) y exigen que el Gobierno aplique la directiva del canon. Por último, con todo el cinismo de que son capaces, sugieren que no se repercuta el canon a los lectores, sino a las bibliotecas (como si estas se financiasen del aire y no de los impuestos de los propios ciudadanos), y que "la minoría de escritores" opuestos al canon hagan una "generosa donación del importe de sus derechos al Tesoro público". No es asunto suyo si de paso hacen que la barbarie avance y se cargan el último procomún que conservamos desde antiguo.

Fuente: BarraPunto.com